cuando Cumplí 30 años...

Ganaba muy bien.

Lideraba una operación de varios millones de dólares mensuales.

Viajaba en clase ejecutiva por todo el continente, reuniéndome con gente de alto calibre.

Y fue por esta razón que inicié un emprendimiento

Si tu has experimentado esto, sabrás el trabajo que cuesta el despegar algo desde cero y lograr acercarse lo que se pueda a las metas propuestas.

Trabajaba como loco, y lo peor, tenía muchas dudas respecto al futuro de este camino.

Y pasé por ese duro momento en el que no tenía claro hacia donde proyectar mi vida.

Fue así cuando, conversando con uno de mis mentores, él me hizo la siguiente pregunta:

“Gus, ¿quién eres?”.

Después de varios segundos pensando en la respuesta, él interrumpió el silencio y me dijo:

“Primero debes definir quién eres y sobre ese fundamento construir todos tus proyectos y, por ende, el nuevo rumbo de tu empresa”.

Definitivamente para avanzar en la vida, y tener claridad sobre lo que deseamos alcanzar, primero debemos saber quiénes somos, y cuál es nuestra verdadera identidad.

Tal vez no sea la primera vez que escuches esto.

Incluso tal vez has investigado sobre como carajos descubrir cual es tu verdadera identidad.

Muchos te dicen qué debes hacerlo.

Pero no te dicen el bendito, sagrado y fantastico “cómo”.

Ósea te dicen el qué hacer, pero no te dicen cómo hacerlo.

La vaina la hacen ver fácil.

Pero el proceso al parecer no lo es.

Yo tuve que invertir mucho tiempo en esto...

La clave es tener fe.

Pero ahora viene la otra pregunta: ¿Fe en qué?

De nada te sirve una clave, si no tienes el dispositivo donde ponerla.

Así nunca podrás abrir la puerta de la caja fuerte que te mantiene separado del tesoro.

Entonces después de investigar, leer y consultar, encontré que la respuesta estaba en poner la fe en el reino de Dios.

Tengo una serie de estudio de 15 lecciones donde explico esto al detalle.

Una lección por día.

Día que no estás, lección que te pierdes.

Lo único que tienes que hacer es registrarte en: